Historia

En 1989, 15 viticultores del Valle de Güímar (Tenerife), presididos por don Marcial Gómez, decidimos formar la S.A.T. Viticultores Comarca de Güímar con el objetivo de elaborar, por primera vez en la comarca, un vino embotellado.
Al no disponer de una bodega propia, arrendamos un salón de reducidas dimensiones en el barrio de Chacona (Güímar), donde comenzamos a elaborar y embotellar unas 15.000 botellas de vino blanco al año bajo la marca Pico Cho Marcial.
En 1996, finalizó la construcción de la bodega actual en una ubicación privilegiada con vistas a todo el valle. Para entonces, ya éramos 95 socios, y con las nuevas instalaciones aumentamos nuestra producción a 70.000 botellas, aunque la capacidad total alcanzaba los 600.000 litros. Además, dimos un salto de calidad con la incorporación de un nuevo equipo técnico liderado por Domingo Delgado, lo que nos permitió integrarnos en la Denominación de Origen Valle de Güímar con los vinos Pico Cho Marcial y la nueva marca Brumas de Ayosa.
Fuimos pioneros en 1998 al introducir la botella azul para nuestro vino blanco afrutado. La idea surgió cuando Liliana diseñaba la imagen de nuestros vinos; tras recibir muestras de botellas de varios fabricantes, el color azul nos atrajo de inmediato, convirtiéndose en un sello distintivo.
En el año 2000, fuimos los primeros en Canarias en elaborar un vino espumoso mediante el método champenoise, con una segunda fermentación en botella. No solo representaba un reto técnico, sino también una oportunidad, dado que nuestras uvas tenían una maduración ideal para este proceso. Nuestro Brut Nature obtuvo premios internacionales y sigue siendo un referente.
Hoy en día, la bodega es propiedad de 152 familias, que cultivamos nuestras viñas en fincas situadas hasta los 1.500 metros de altitud, en terrazas de difícil acceso, no mecanizables y, en algunos casos, sin riego. Se puede decir que practicamos una auténtica viticultura heroica. Nuestra producción está limitada por la cantidad de uva que cosechamos, aproximadamente 250.000 kilos al año; sin embargo, mantenemos la misma ilusión y compromiso con la calidad de nuestro producto.
A lo largo de los años, hemos recibido numerosos reconocimientos a nivel regional, nacional e internacional, consolidándonos como un referente en vinos blancos con el Brumas de Ayosa Afrutado. Además, elaboramos uno de los primeros Espumosos de Calidad Brut Nature y el primer Espumoso de Calidad Brut Nature Reserva de Canarias.
Viñedo

Las viñas están localizadas en el Valle de Güímar, un valle formado por el deslizamiento del terreno hacia el mar, y que se extiende por los municipios de Candelaria, Arafo y Güímar. La superficie aproximada de los viñedos es de unas 1500 hectáreas repartidos en pequeñas fincas en altitudes entre los 200 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar.
En nuestra zona tienen representación todos los pisos bioclimáticos del archipiélago, desde las especies características del cardonal-tabaibal, en los estratos más bajos, hasta la vegetación típica de la alta montaña en las cumbres.
La temperatura presenta oscilaciones desde los 19,5º C de media anual que se registran a nivel del mar y los 9,8º C en las cumbres de Izaña. Las horas de sol de las que disfruta el valle son abundantes, en concreto, Izaña con 3.448,5 horas es el lugar de España con más horas de sol al año.
La suma de todos estos factores: altitud, suelos de origen volcánico, predominio de los vientos alisios, elevada luminosidad y clima primaveral de la zona, hacen posible el cultivo de una uva de alta calidad.
Bodega

Enclavada en una de las carreteras de acceso al Parque Nacional de El Teide, goza de una ubicación privilegiada a nivel paisajístico a la vez que está cerca de las zonas de producción de uva del Valle de Güímar.
Nuestra bodega fue diseñada para una capacidad total de elaboración de un millón de litros de vino y está dotada de los adelan tos técnicos que unidos a las técnicas tradicionales de elaboración hacen posible la calidad de nuestros caldos.
La bodega está dividida en dos plantas, lo que permite la entrada de uva sin necesidad de bombas, la gravedad hace su trabajo. En la planta inferior están las naves de elaboración y almacenamiento, laboratorio y embotellado. Siendo la planta superior para la recepción de uva, cámara frigorífica y oficinas.