La maceración del vino es el proceso donde el mosto y las partes sólidas de la uva se depositan en contacto en un mismo depósito, que podrá ser de acero inoxidable o madera. Es un punto importante en la elaboración del vino, porque influirá no solo en los procesos posteriores, sino que también lo hará en el resultados final del vino.
Durante el proceso de maceración, las sustancias aromáticas y fenólicas pasan desde los hollejos, las semillas, la pulpa, al mosto en fermentación para proporcionar al vino aromas varietales, color y estructura. El objetivo es extraer el máximo de taninos buenos.
La maceración del vino es esencial para la extracción de aromas, taninos y color.
La duración de esta fase y el momento en que se hace dependerá de la tipología del vino que se elabora (puede variar entre 1-5 semanas). Existen diferentes maceraciones, aunque la más extendida en la maceración en frío (temperaturas entre 15 y 20 grados).
Dependiendo del tiempo de maceración serán cortas o largas, las cortas dan lugar a vinos afrutados y de consumo a corto o medio plazo, normalmente en el mismo año de la añada, y por el contrario las maceraciones largas están destinadas para vinos de consumo a medio o largo plazo, este proceso favorece el paso de sustancias (principalmente taninos), llegando a producirse caldos con aromas y sabores de gran calidad.
Bodega Comarcal Valle de Güímar.