Eso de que los vinos blancos hay que tomarlos fríos, o por lo menos más que los vinos tintos, es algo que ya muchos conocemos aunque no seamos entendidos en vino. El caso es, ¿Sabes el por qué?
Aunque en anteriores entradas ya hemos hablado de las temperaturas ideales de consumo para cada vino, no habíamos profundizado en las razones, La razón es muy sencilla, a menos temperatura aparecen en el vino aromas florales y frutales cítricos y toques de aromas frutales más frescos, que es algo que abunda mucho en las uvas blancas. A medida que vamos subiendo de temperatura aparecen matices florales y frutales más maduros, manifestándose de forma menos elegante, por no hablar de mayores presencias de matices alcohólicos.
El vino blanco manifiesta mejor los toques florales y frutales, al servirlo frío conseguiremos que se potencien aún más.
En el caso de los vinos tintos en general, pierde peso la carga frutal y floral y }toman más presencia los matices especiados, por eso para poder apreciar bien sus diferentes aromas es mejor servirlos a más temperatura que los vinos bancos,
Bodega Comarcal Valle de Güímar.