Seguro que alguna vez te has preguntado por qué en un restaurante el camarero va de un lado a otro sirviendo el vino, todo tiene una explicación y es que el ritual de servicio no deja nada al azar.
Todo empieza cuando se pide la botella de vino, el camarero preguntará quien desea probarla y esperará su aprobación para empezar a servir. El honor de ser servida la primera le corresponde a la mujer de mayor edad, y seguirá el orden por edad hasta la más joven.
Le sigue el turno los hombres, en el mismo orden de mayor a menor edad, el último en servir y no por eso menos importante será la persona que lo probó y aprobó. ¡Ya pueden brindar!
El protocolo también dice que las bebidas se deben servir siempre que la situación lo permita, por el lado derecho del comensal. Se debe servir cogiendo la botella por la mitad, sin apoyar la botella sobre la copa, pero a una distancia bastante cercana, porque el problema de servir a mucha altura puede ser que acabemos salpicando a la persona a la que estamos sirviendo (que no parezca que estamos escanciando sidra). Para terminar de servir, daremos un ligero giro de muñeca haciendo girar también la botella para mantener las gotas dentro de la misma.
Bodega Comarcal Valle de Güímar.