Existen distintos tipos de vino y distintas formas de clasificarlos, todas ellas consecuencia de la variedad de suelos, climas, uvas y formas de elaborar el vino. En particular hablaremos de la clasificación del vino según su edad.
Empezaremos por desmentir el mito «El vino, cuanto más viejo, mejor». Pueden existir vinos muy jóvenes de excelente calidad y otros con décadas de antigüedad que prácticamente no se pueden beber.
Dependiendo de su edad y del tipo de crianza, los vinos serán:
Jóvenes
También conocido como “vino de año o nuevo”, se trata de un vino que apenas ha estado en barrica un tiempo suficiente. Este vino debe ser consumido en el margen de un año natural desde que sale al mercado, aunque suele saber mejor si se consume en el margen de los primeros seis meses.
Crianza
Son vinos con un mínimo de 24 meses de envejecimiento (18 meses los blancos y rosados), de los cuales al menos seis meses en barrica.
Reserva
Con un período mínimo de envejecimiento de 36 meses y al menos 12 en barricas, mientras que el resto debe hacerlo en botella. En el caso de vinos blancos y blancos y rosados el período de crianza cambia, ya que debe ser de al menos 24 meses.
Gran Reserva
El vino debe envejecer al menos 18 meses en barrica y 42 en botella. Es decir, el vino gran reserva necesita envejecer al menos cinco años. En cuanto a los vinos blancos y rosados, el período mínimo de envejecimiento es de 48 meses en barrica y botella.
Debemos tener en cuenta que estas indicaciones pueden variar dependiendo de las restricciones o indicaciones de la Denominación de Origen.
Bodega Valle de Güímar